El e-learning como realidad orgánica. PLE y LMS

Quería compartir con vosotros parte del trabajo que hice para el módulo 1. Sin saber que ibamos a hablar del PLE, todo mi trabajo se centró precisamente en este tema. La última parte del trabajo, donde teniamos que desarrollar un tema sobre e-learning, historia, futuro, etc. yo lo hice planteándolo desde la perspectiva del PLE e intentando superar la clásica diconomia PLE vs LMS.

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Creo que ambas cosas tienen que aportarse mucho la una a la otra y todo ello lo plasmé de la siguiente forma: 

El e-learning como realidad orgánica.

Uno de los aspectos que más me interesan de las nuevas tendencias pedagógicas y su desarrollo a través de las Nuevas Tecnologías es la posibilidad de establecer un propio iter curricular, no sólo en cuanto a titulaciones, sino en cuanto al más amplio concepto del aprendizaje. Es lo que se ha llamado Entorno Personal de Aprendizaje. Desde esta óptica, creo que es más fácil situarse en una perspectiva global respecto al e-learning que voy a intentar explicar en las siguientes líneas:

El PLE como realidad informal.

Empecemos el análisis pensando que los Entornos Personales de Aprendizaje no siempre son planificaciones perfectamente diseñadas en el tiempo. La mayoría de los PLE se van desarrollando conforme el propio sujeto va necesitando diferente formación por sus circunstancias personales o laborales. También se va desarrollando cada vez que surgen nuevas herramientas que van modificando sus fuentes de aprendizaje personal. En esos entornos personales, la mayor parte del tiempo el sujeto aprenderá y compartirá sus conocimientos por vías más o menos informales. Sin embargo, en ocasiones, bien porque lo exige el entorno laboral, bien porque el sujeto considera que necesita reforzar ciertos aspectos, se acudirá a una formación más formal, a fin de implementar esos conocimientos concretos que la persona desea incorporar a su curriculum. La enseñanza presencial tradicional podía aportar poco en este sentido. Es cierto que una persona puede aprender también en esos entornos, pero la persona se limitaba a recibir una serie de información y, como mucho, preguntar al profesor y comentar con compañeros de forma muy limitada. El alumno se integraba en un curso y perdía la visión de su propio Entorno de aprendizaje. Sí, podía complementar e integrar perfectamente lo aprendido, pero era muy difícil desarrollar por si mismo sus conocimientos y mucho menos compartirlo.

El e-learning y el PLE. Hacia una integración.

Independientemente de las posibilidades personales de aprender por medios autónomos que te ofrece un diseño del propio Entorno Personal de Aprendizaje, es sin duda el e-learning donde más se puede desarrollar ese PLE. A la vez, el e-learning adquiere un mayor potencial a través del desarrollo en su seno de los diferentes entornos personales de aprendizaje.

Hasta ahora, (también es cierto que todos estos conceptos tienen muy poco tiempo de vida y no se han desarrollado suficientemente) se ha tendido a ver el PLE como algo novedoso contrapuesto a los conceptos que teníamos de E-learning. Principalmente del aprendizaje a través de los diferentes LMS. Efectivamente, la intensa relación de las diferentes plataformas de enseñanza y el e-learning hacían verlo casi como un todo indisoluble. Dentro de una visión tan formal, era imposible que un concepto tan informal, tan subjetivo e individual como el PLE tuviera cabida ninguna.

Sin embargo, la confluencia de diferentes personas interesadas por un mismo tema y la flexibilidad y capacidad de interacción que ofrece un buen LMS, o mejor dicho, una formación implementada a través de un LMS, permite potenciar de una forma inaudita las bondades del PLE propio. Y ello porque se producen la confluencia de tres factores:

-Un tema de interés común y unos docentes que garantizan el correcto seguimiento, guía y asesoramiento de la materia.

- Una concentración de personas con un interés común

-Una concentración en el tiempo que garantiza a la vez flexibilidad y no dispersión.

De esta forma, al interaccionar los alumnos entre ellos y con el profesorado con sus distintos PLE, cada uno de ellos aporta los conocimientos adquiridos creando sinergias que consisten en que, al compartir interés común por la materia, aportan elementos y puntos de vista enriquecedores, porque muchas veces son novedosos para nosotros. Además, en numerosas ocasiones se abren materias que enriquecen nuestros objetivos de aprendizaje. Por ejemplo. En un curso sobre firma electrónica, se suscita un tema nuevo como la criptografía cuántica, que en principio en nada tiene que ver con el PLE de alguien que le interese la firma electrónica desde el punto de vista del comercio electrónico. Sin embargo, ese tema, por su alto nivel de seguridad, puede hacer que se interese por la materia.

Conclusiones:

Nada de lo dicho hasta ahora supone en realidad ningún elemento novedoso. Consciente o inconscientemente siempre han existido esos PLE de los que hablamos. Sin embargo, pasarlo al plano consciente y desarrollarlos de una forma ordenada y dirigida, puede ayudarnos a la hora de interaccionar con un nuevo curso.

El docente de e-learning, a su vez, deberá ser consciente de que son estos Entornos Personales de Aprendizaje los que interaccionan en un curso. Interesarse por la formación, los intereses y, sobre todo, el lugar que ocupa el curso dentro del PLE de cada alumno, le pueden servir a la hora de diseñar mejor las actividades de interacción y potenciar de forma eficaz los deseos e intereses de cada alumno, minimizando el abandono del curso por el incremento de la motivación.

Independientemente del formato que adopten desde un punto de vista técnico, creo que este es el camino en que el e-learning evolucionará desde un punto de vista pedagógico, integrando no tanto los conocimientos sino los intereses de los distintos alumnos de forma que el propio curso evolucione de una forma orgánica, por la interacción de los distintos enfoques que cada Entorno Personal de Aprendizaje brinda.